Habiendo trabajado para otros fotógrafos antes de abrir nuestro estudio, hemos podido ver las numerosas trampas a la que se enfrentan los novios a la hora de contratar su reportaje.
Compran lógicamente en función de lo que ven, sin ser conscientes de muchos factores y de las posibles sorpresas que se pueden encontrar el día de su boda y a la entrega de su álbum.
Por eso hemos preparado una serie de preguntas que deberían hacer a todo fotógrafo que quieran contratar, para saber exactamente lo que están comprando y poder valorar las ofertas en su justa medida:
Ojo con respuestas del tipo “tenemos un equipo de fotógrafos muy competentes y cualquiera de ellos puede ir el día de la boda, por lo que podemos cubrir varias bodas el mismo día”, son sinónimos de que el día de la boda los novios verán una persona que no conocen, muchas veces fotógrafos con poca experiencia, con material fotográfico mediocre y casi siempre sin cámara, flash u objetivos de repuesto para prevenir posibles accidentes.
Montse y yo mismo estamos debidamente dados de alta como autónomos en el epígrafe de fotografía, y siempre al corriente de pago con la Seguridad Social y Hacienda.
Lamentablemente no siempre es el caso, hay mucho intrusismo en el sector de gente muy poco profesional que se vende desde una web, sin estar dada de alta. Sus precios son muy atractivos porque no pagan IVA, ni IRPF, ni invierten mucho dinero en equipos y seguridad. Pero ojo, si no se presentan el día de la boda no hay por donde cogerlos...
¡Desconfiad siempre de quien quiera quedar con vosotros en un bar y no os deje ir a visitarlo, suele ser muy mala señal!
Los fotógrafos que empiezan siempre suelen pensar que lo hacen mucho mejor que los que llevan años, que no hace falta experiencia y que lo suplen con talento y ganas. La realidad es bien diferente, el "ojo" de un buen fotógrafo tarda años y cientos de miles de fotos en formarse correctamente. Siempre y cuando haya espíritu de superación, su visión y estilo fotográfico evolucionan y mejoran constantemente, como el buen vino.
Alguien que empieza puede hacer algunas fotos correctas, pero siempre le queda mucho por aprender. Suele suplir un mal dominio de cámara por un exceso de filtros en post producción, pero las modas pasan, los filtros cambian y con el tiempo sus fotos se ven muy pasadas.
Creo que jugar con los recuerdos de unos novios sin haber aprendido y ensayado el oficio con otro fotógrafo es engañarles, la fotografía de bodas es una de las disciplinas más complicadas y exigentes que existe.
Por desgracia, cada año conocemos parejas que se han llevado un buen disgusto con sus fotógrafos (a veces por ahorrar unos cientos de euros que en el computo total de una boda no representan tanto, o por confiar en un amigo que tiene una "buena cámara" y hace "buenas fotos" a sus niños y mascotas), y que nos piden que les hagamos un álbum para ver si podemos salvar algo de lo que les han entregado, o que les hagamos una posboda para que por lo menos tengan fotos que les gusten, aunque ya no puedan ser de su boda...
Los fotógrafos que hacen varias bodas el mismo día, siempre enseñan sus mejores trabajos, pero el volumen con el que trabajan no les permite entregar álbumes realmente personalizados, por mucho que digan, y la calidad siempre es variable en función de quien ha hecho las fotos o maquetado el álbum. Comparar varios fotógrafos siempre es bueno para aprender a ver las diferencias en las fotos y álbumes.
Si la respuesta es evasiva, es que están subcontratando la maquetación. Conviene saber a quién. Hay grandes diseñadores de álbumes que tienen una clientela de fotógrafos limitados, y hay laboratorios que regalan la maquetación a cambio de la impresión, pero sin posibilitar cambios y utilizando plantillas repetitivas. Un valor seguro es apostar por quien diseña sus propios álbumes, ofreciendo la posibilidad de personalización completa, y todos los cambios necesarios para conseguir que el álbum sea realmente lo que hemos soñado, no lo que el fotógrafo ha decidido que sea.
Tener más de un fotógrafo, haciendo el reportaje completo, es una garantía de dinamismo y enriquece muchísimo el resultado final, ya que los mismos momentos se cubren con distintos ángulos y perspectivas. Por ejemplo, mientras uno hace un plano abierto, otro se centra en las miradas, detalles, emociones.
Ojo, no valen los fotógrafos que contesten: “van 2 fotógrafos pero uno se centra en los grupos”. Esto quiere decir que un fotógrafo ayudante está ahí, únicamente para hacer las fotos de la venta de fotos al final del convite, no enriqueciendo el reportaje en sí.
Hoy en día, cualquier fotógrafo profesional de reportaje social, que esté preocupado por dar calidad, trabaja con cámaras full frame, principalmente Nikon, Canon o Fuji. La diferencia es abismal para las fotos en ambientes poco luminosos que nos encontramos regularmente en iglesias, fotos nocturnas, restaurantes, ...
Por otro lado, cada nueva generación de cámaras aporta grandes ventajas y permite mejorar la fotografía artística con luz natural, sin necesidad de Flash. Por eso en su día fuimos de los primeros a nivel mundial en dar el salto a las nuevas Nikon D5, D4, D800, o la D750 como segundo cuerpo.
Igual de importante o más que la cámara, son los objetivos. La mejor calidad normalmente se obtiene con objetivos profesionales de la misma marca que el cuerpo de la cámara. La gama profesional de objetivos de Nikon/Nikor lleva un anillo dorado en sus versiones más recientes, y en Canon el anillo es rojo. Básicamente, los objetivos profesionales tienen que ser rápidos, con apertura máxima de F2.8 o todavía mejor F1.4 en ópticas fijas.
Los accidentes pasan, las cosas se estropean, no aceptéis que vuestros recuerdos queden en mano de fotógrafos que por no gastar se arriesgan a perder fotos. La mejor opción son 2 fotógrafos para cubrir el evento, en su defecto un fotógrafo con 2 cámaras.
Lo normal debería ser que os las den todas o por lo menos una amplia selección, son vuestras fotos y no hay motivo válido para secuestrarlas. Ojo porque algunos engañan y las entregan en baja resolución, con marca de agua, o en un DVD musical del que no se pueden extraer.
Es algo que ya no tiene sentido, hoy en día todos los invitados tienen cámaras. Los fotógrafos que pretenden vender fotos suelen pelearse con ellos, para que no les dupliquen las fotos de grupo mientras las hacen. Normalmente no las entregan a posteriori a los novios, para que no comenten con sus familiares que pueden tenerlas más adelante y les "chafen" la venta.
Este tipo de profesionales suelen ser los mismos que ponen marca de agua en las fotos que entregan a los novios. Abaratan sus precios de venta iniciales para que sean más atractivos, pero las sorpresas vienen después...
Legalmente si no dicen nada, el IVA siempre debería estar incluido... Lamentablemente algunos "profesionales" dan precios sin hablar del IVA, pero después viene la sorpresa en el último pago, cuando indican a los novios que falta aplicar el IVA y que sube X euros más.
Con estas sencillas preguntas, y comparando el trabajo de varios fotógrafos, podréis tener una idea más clara de quien es quien y de lo que realmente ofrecen todos.